miércoles, 10 de febrero de 2010

Uno en otro

El sol no brilla menos para ti
sólo porque también brille para otros.

-Marqués de Sade

Y cualquiera de estos días, Luis se dará cuenta del calor entre sus manos. Aquí y ahora se desvanece con la cabeza apoyada en la pared, sus ojos se cierran por el cansancio y la garganta se siente pesada. Aquí y ahora, cada respiración expulsa la angustia como líquido. Pero la cabeza apoyada en la pared.

Alguno de estos días, él se acostará en la cama de Elsa como hoy; sentirá otro cuerpo pegado a su espalda, como si quisiera cubrirlo por completo. No hay fuego sino el que se apaga con sus labios y ambos respiran juntos, como un torbellino.

Y alguno de estos días Luis sabrá que el miedo sigue ahí, pero que no está solo y puede refugiarse en ella. Mientras tanto, dormirá para que la angustia se disipe y buscará a Elsa cuando despierte.

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